Strapon praacticado en casa, habitualmente y con toda naaturalidad. Los dos solos o con algún invitado mio presente. No podéis ni imaginaros la sensación de tranquilidad que me proporciona haber penetrado a mi sumiso durante media hora larga escuchándolo gemir, quejarse y hasta llorar.
Una vez lo hizo -llorar- precisamente cuando estaba un amigo mio, uno de mis amantes, presente. El pánfilo de mi sumiso se puso a gemir como un bebé. Inequívocamente estaba llorando. Mi amigo no sabía dónde meterse, yo no podía parar laa risa mientras seguía apretándole el culo con mi consolador-arnés.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta, con respeto.